La evacuación de Alepo de civiles y rebeldes, pactada entre Rusia y Turquía y que debía empezar esta madrugada, se está retrasando. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las fuerzas del régimen de Bashar al Asad están posponiendo la aplicación del acuerdo que debe permitir la salida de los insurgentes y de la población civil que queda en el este de la ciudad.
El Observatorio, que ha citado fuentes en la zona bajo el control del Ejército sirio, señala que con esta medida las autoridades gubernamentales y las milicias que las apoyan quieren mandar un mensaje a Rusia de rechazo del acuerdo de tregua pactado entre Moscú y Ankara sin consultarles. Según estas fuentes, los leales al presidente Asad preferían una solución militar que no incluyese la evacuación de los rebeldes.
Víctimas de estos rifirrafes políticos, miles de civiles esperan para subir a las decenas de autobuses paralizados en la carretera de Al Ramusa, en el sur de Alepo, y ser evacuados de una ciudad en ruinas. Estaba previsto que los rebeldes, sus familias y los civiles que así lo desearan comenzaran a abandonar los distritos asediados del este de Alepo a las 05.00 horas de este miércoles.
El Observatorio destaca que por primera vez desde el pasado 15 de noviembre, fecha en la que se inició la ofensiva del Ejército sirio, reina la calma en Alepo. Hace dos días, las fuerzas de Asad anunciaron que controlaban el 98% del este de la localidad. Según el Observatorio, las facciones opositoras están ahora cercadas en una área no superior a tres kilómetros cuadrados.
El ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, ha reclamado la presencia de observadores de la ONU en Alepo para garantizar las condiciones de evacuación de la población civil e impedir que sean masacrados los combatientes rebeldes. “Lo que Francia reclama es la presencia de observadores de Naciones Unidas para garantizar la evacuación de la población civil, pero también que no se masacra a los combatientes”, ha señalado Ayrault en una entrevista al canal de televisión France 2″.
El jefe de la diplomacia francesa ha insistido en la “urgencia humanitaria” y en que las organizaciones internacionales como Unicef y la Cruz Roja deben poder intervenir en Alepo, una vez que se ha declarado el fin de la ofensiva de las tropas de Asad apoyadas por Rusia al haber conseguido el control de toda la ciudad.
Ayrault ha reiterado las sospechas de que se hayan cometido allí crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y ha señlalado que por ese motivo Francia había pedido una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU para determinar “quién es responsable de esos actos”.
Ayrault ha reprochado una vez más la posición de Moscú, que ha dedicado todas sus fuerzas en Siria para apoyar a las tropas de Asad, en lugar de combatir la amenaza del Estado Islámico, que ha reconquistado la ciudad de Palmira.
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