La tregua en Siria nunca fue un obstáculo para las bombas, pero el fin de la misma ha supuesto la vuelta de la barra libre de destrucción. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH, gestionado por un opositor residente en el Reino Unido con una amplia red de colaboradores sobre el terreno) informa en su página web de varios combates y ataques por todo el territorio sirio. El cómputo de muertos de estas operaciones, según el OSDH es de más de medio centenar de personas en las últimas 48 horas, la gran mayoría civiles.
En los alrededores de Homs (en el oeste de Siria), por ejemplo, los yihadistas del Estado Islámico (EI) están enzarzados en combates contra el Ejército sirio. A su vez, los soldados partidarios del régimen de Damasco y sus aliados han lanzado hasta 37 barriles bomba contra la dispar oposición armada siria (que aglutina desde moderados hasta yihadistas) cerca de Alepo. Por su parte, los fundamentalistas del EI han lanzado un ataque sobre una base aérea en Deir Ezzor, aunque no hay constancia de víctimas.
A esto se suman más ataques de Damasco en las regiones occidentales de Hama e Idlib, en Daraa y en la zona alrededor de la propia capital, de los que da cuenta la agencia estatal siria de noticias, Sana, si bien sin precisar cifras ni, en la mayoría de los casos, quién fue el oponente, ya que se refiere a sus enemigos como “las organizaciones terroristas”, calificativo usado en multitud de ocasiones por Damasco para designar a cualquier opositor.
“Es muy preocupante”, ha afirmado el director del Comité Internacional de la Cruz Roja en Oriente Medio y el norte de África, Robert Mardini. “Vemos una reanudación de la violencia, una intensificación de los combates en muchos puntos (de Siria)”. Mardini ha señalado que había planes de reparto de ayuda en cuatro ciudades (Foua y Kefraya, en Idlib, asediadas por la dispar oposición siria, y Madaya y Zabadani, cerca de la frontera libanesa y bloqueadas por los soldados de Damasco). Planes ahora en pausa.
A sumar a estos ataques, el acontecido el lunes por la noche contra una caravana de ayuda de la Media Luna Roja, que fue bombardeada en el oeste de Alepo, destruyendo 18 de los 31 camiones, un almacén de esa organización y una clínica cercana, y matando a 21 personas, todos civiles. Los sospechosos habituales son Rusia y el régimen sirio, y a ellos señala como tales el OSDH.
Pero ambos actores lo niegan. El portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashekov, ha asegurado que sus expertos no encontraron en el vídeo del incidente “ninguna señal de munición impactando en el convoy”. “Todo lo mostrado en el vídeo es el resultado directo de un fuego que comenzó misteriosamente a la vez que un ataque rebelde a gran escala en Alepo”, ha agregado. Por su parte, la agencia Sana citó a una fuente militar anónima que desmiente su participación en el suceso.
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