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Proactiva Open Arms solicita protección para los operativos de rescate frente a Libia

La oenegé catalana de socorristas Proactiva Open Arms (POA) ha solicitado al Ministerio de Defensa protección para desarrollar de manera segura las actividades de rescate de refugiados e inmigrantes frente a las costas de Libia, después de que se hayan registrado varios incidentes de seguridad en la zona.
“Nos hemos puesto en contacto con el Ministerio de Defensa y les hemos explicado cuál es la situación que se está viviendo allí”, explica a EL PERIÓDICO Laura Lanuza, responsable de prensa de POA. Según Lanuza, el Ministerio de Defensa se ha mostrado receptivo y se ha comprometido “a trabajar conjuntamente para dirigirse a Bruselas [centro de coordinación de la operación naval Sofía, que busca desbaratar las redes de tráfico de migrantes] para que, dentro de la operación Sofia, se cambien los cometidos de ésta y se incluyan entre sus objetivos la protección de las oenegés dentro de la zona de búsqueda y rescate al norte de Libia”.
El Astral, el barco de rescate que POA tiene desplegado en la zona, fue abordado por guardacostas libios en su primer día en la zona de búsqueda y rescate al norte de Libia, el pasado mes de julio. Los guardacostas libios pidieron al Astral por la radio que pararan. Se acercaron y, dos de los tripulantes de la lancha rápida de los guardacostas, armados, suben a bordo. “Nos dijeron que estábamos en aguas libias. Pero el capitán les enseñó que no era cierto, y ellos se calmaron. Y les invitamos a café y té… En ningún momento hubo sensación de peligro, no hubo momentos tensos”, precisa Lanuza.
La presencia intimidatoria de guardacostas libios armados en lanchas rápidas alrededor de las pateras es habitual incluso en aguas internacionales, fuera de las 12 millas de aguas territoriales, como pudo comprobar recientemente este diario.
En POA no tienen intención de cambiar sus protocolos y alejarse más de la costa de Libia, puesto que “la mayoría de los naufragios se producen entre las 12 y las 24 millas” y allí es donde operan habitualmente. “Pero si a corto plazo la Operación Sofía no se vuelve preventiva en lugar de reactiva, nos veremos obligados a cambiar los protocolos” y a actuar más lejos de la costa, apunta Lanuza. Alejarse más supondría “la pérdida de muchas vidas”.
Esta petición se realiza tras conocerse que el pasado día 17 por la mañana se produjo un incidente más grave contra el navío de rescate de Médicos Sin Fronteras (MSF) Bourbon Argos: hubo disparos, aunque nadie resultó herido. “Una lancha rápida sin identificar se aproximó al Bourbon Argos mientras este llevaba a cabo labores de búsqueda y rescate en aguas internacionales al norte de la costa libia”, afirma la organización.
“El capitán trató de ponerse en contacto con ellos por radio, pero no hubo respuesta”, relata a este diario el portavoz de MSF Alessandro Siclari. Así, debido a la falta de una clara identificación y comunicación por parte de la lancha rápida, el equipo de MSF y la tripulación –26 personas en total– se trasladaron a la zona segura del barco. Según Siclari, “el ataque ocurrió a 24 millas náuticas de la costa de Libia, a norte de la localidad de Sabratah”. Los hombres armados que viajaban a bordo de la lancha dispararon desde entre 400 y 500 metros de distancia contra el barco de salvamento. Hasta 13 proyectiles sobre el puente. “Podían haber herido a nuestro personal. O algo peor”, relata el portavoz de la organización humanitaria. Ese día no había ningún rescatado a bordo.
Tras los disparos, los atacantes procedieron a abordar el barco, aunque lo abandonaron en torno a 50 minutos después. El daño a la nave fue mínimo y no hubo ningún tipo de robo por parte de los atacantes. En la actualidad, el Bourbon Argos se encuentra atracado en el puerto de la localidad siciliana de Augusta (Italia), adonde se dirigió de manera inmediata tras el incidente. Siclari estima en “dos o tres semanas” su vuelta a las aguas internacionales frente a la costa libia, dependiendo de los resultados de las investigaciones sobre el incidente.
“Aunque desconocemos la identidad de los atacantes y sus motivos”, señala el coordinador de operaciones de MSF Stefano Argenziano, “nuestra evaluación inicial de los hechos muestra que eran profesionales y estaban bien entrenados”. “Este fue un ataque grave y preocupante en el que se realizaron disparos contra el barco que pusieron a nuestros compañeros en un grave riesgo físico”, alerta Argenziano.
MSF cuenta con dos barcos más en la zona de rescate frente a Libia, el Dignity I y el Aquarius (este último operado de manera conjunta con SOS Mediterranée). Varias organizaciones más además de MSF y POA, como la alemana Sea Watch o la maltesa Moas, también tienen buques desplegados en la zona. En el caso de Sea Watch, la oenegé emitió este jueves un comunicado a raíz del ataque al Bourbon Argos y explicando que el incidente les ha obligado a reconsiderar sus protocolos de actuación “para asegurar la seguridad del personal”. Por este motivo, dice Sea Watch, sus operaciones “están en pausa por el momento”.
El periodico

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