La Unión Europea estudiará en los próximos días la propuesta sobre el problema fronterizo en Irlanda que el Gobierno de Boris Johnson presentó este miércoles a Bruselas. El veredicto, con un margen de solo 10 días para negociaciones, será definitivo para el futuro del ‘brexit’ y de Johnson. El primer ministro ha advertido de que la alternativa a su plan para el ‘brexit’ no es otra que una salida sin acuerdo.
En la carta enviada al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, Johnson propone un nuevo protocolo y convertir toda la isla de Irlanda en una zona única regulatoria en la que bienes y alimentos seguirán la normativa de la Unión Europea (UE). Dicho de otro modo, Irlanda del Norte continuaría en el mercado único, a diferencia del resto del Reino Unido. La Asamblea autonómica en Irlanda del Norte debe respaldar en votación ese plan y renovar la aprobación cada cuatro años. Tal exigencia puede ser un obstáculo en la negociación con la UE, porque la Asamblea es un organismo muy inestable, que lleva en estos momentos más de dos años suspendida y está obligada a operar con el Gobierno conjunto de unionistas y republicanos del Sinn Féin.
Controles mínimos
El plan de Johnson sostiene que debe haber algunos controles de mercancías. Ese es otro gran punto de fricción, porque el Reino Unido se marchará de la unión aduanera. Pero según el primer ministro esos controles se harán electrónicamente y serán mínimos. De esa forma se respetará el proceso de paz y los Acuerdos de Viernes Santo. En el cierre de la conferencia del Partido conservador en Manchester, Johnson calificó la propuesta presentada de “constructiva y razonable, que supone un compromiso por ambas partes”. Pero, subrayó que “bajo ningun circunstancia” pondrá controles “en o cerca de la frontera en Irlanda del Norte”. También advirtió de que no habrá más negociaciones que supongan un retraso para que el Reino Unido deje la Unión Europea el 31 de octubre.
Desde Irlanda, el país más afectado, el primer ministro, Leo Varadkar respondió que el borrador “no cumple los objetivos acordados sobre la salvaguarda”, pero se comprometió a estudiarlo en detalle y consultar con las instituciones europeas. Juncker, que al igual que Varadkar habló por teléfono con Johnson, señaló que ve “avances positivos” en la propuesta, pero tiene “algunos puntos problemáticos”. Johnson también conversó con la cancillera alemana, Angela Merkel.
El Gobierno británico espera poder entrar de inmediato en un frenético periodo de negociaciones con la UE que culmine con un acuerdo en la cumbre comunitaria prevista para el 17 de octubre. En su carta Johnson explica que las nuevos propuestas “respetan la decisión tomada por los británicos de dejar la UE, al tiempo que abordan pragmáticamente las consecuencias que esa decisión tiene para Irlanda del Norte y para Irlanda”.
Única alternativa
En Manchester, ante una audiencia entregada de antemano, Johnson mostró su determinación de dar carpetazo al ‘brexit’, si bien es muy consciente de que la posible fórmula de solucionar el contencioso divide a los británicos. En su discurso, leído a partir de notas, evitando sistemas electrónicos e intercalando bromas y puyas, Johnson evitó una retórica retadora y excesivamente beligerante hacía Bruselas, sabiendo que depende de su veredicto y distanciándose así del lenguaje brutal de Nigel Farage, el líder del Partido del Brexit. “Este no es un país antieuropeo”, proclamó, “somos europeos, amamos a Europa, por lo menos yo la amo”. Pero Johnson defendió su voluntad de dar carpetazo al ‘brexit’. “¿Os podéis imaginar otros tres años de esto? Pues esa es la agenda de (Jeremy) Corbyn. Estar en la UE después del 31 de octubre, pagando 1.000 millones a la semana por el privilegio”. Y fue tajante en su determinación. “Que no haya duda alguna, la alternativa (a su plan) es una salida sin acuerdo”.
La líder del Partido Unionista Democrático (DUP), Arlene Foster, que tres veces rechazó el acuerdo de Theresa May, parece aceptar ahora la nueva alternativa. Pero el Sinn Féin rechaza la propuesta y acusa al DUP de “trabajar contra los intereses de la gente” de Irlanda del Norte. El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn considera que la propuesta es “inaceptable y “peor que el acuerdo alcanzado por May”. “No puedo ver que vaya a tener el apoyo que él (Jonhson) cree que va a tener”, añadió. Tampoco la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon se mostró muy convencida. “Es difícil ver cómo van a salir adelante las propuestas para el ‘brexit’ del Gobierno británico. Es difícil no llegar a la conclusión de que están pensado para fracasar”.
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