Unos cuatro millones de mujeres están convocadas este viernes a una huelga en Suiza para mostrar que a este país, pese a su fama de próspero y moderno, le falta mucho para ser igualitario y que las mujeresa también padecen aquí roblemas como la brecha salarial, el acoso laboral y la violencia machista.
Las mujeres suizas celebran esta huelga cada 14 de junio, en conmemoración de la fecha en la que el principio de igualdad entre hombres y mujeres se incorporó a la Constitución federal (1981), pero la participación fue en los primeros años modesta. Este año, en cambio, la movilización previa ha sido inédita, alentada por el #MeToo y otros movimientos proigualdad de género, por lo que se esperan concentraciones masivas en las principales ciudades suizas.
Mujeres como Emma Fabre, empleada del Centro Internacional de Conferencias de Ginebra, cuenta a Efe que hoy no trabajará porque “todavía queda mucho por hacer” para que las mujeres tengas de los mismos derechos que los hombres, incluso en uno de los países más ricos del mundo como es Suiza.
Muy conservador
Sin embargo, Suiza también es un país muy conservador, como lo evidencia el hecho de que a las mujeres se les reconoció el derecho al voto y a ser elegidas apenas en 1971, en un referéndum en el que 8 de los 26 cantones que conforman el país votaron en contra, mientras que la despenalización del aborto tardó otros 31 años.
En 1991, diez años después de haberse incluido el principio de igualdad en la Constitución -y en vista de que no se estaba poniendo en práctica- comenzaron en Zúrich las primeras huelgas y manifestaciones conmemorativas del 14 de junio.
Incluso en la sede europea de Naciones Unidas en Ginebra se sigue percibiendo desigualdad, destaca a Efe una funcionaria que prefiere no identificarse. En Suiza los hombres ganan como media un 12 % más que las mujeres y en puestos de mayor responsabilidad ese porcentaje aumenta al 18,5 %, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Guarderías insuficientes
El 60 % de los trabajos no remunerados (limpieza o cuidado de niños y ancianos) recae en las mujeres en un país donde el número de guarderías es insuficiente frente a la demanda y los niños hasta los ocho años no van a la escuela los miércoles (sólo acuden cuatro días por semana). A partir de los nueve años y hasta el fin de la escolaridad obligatoria, los miércoles los niños solo tienen escuela por la mañana, lo que obliga a muchas madres a aparcar sus carreras un tiempo más prolongado que en otros países europeos.
En cifras, ante la llegada de un hijo el 11,4 % de padres trabaja a tiempo parcial, frente al 80,6 % de madres, denuncia el diario suizo Le Temps. Y aunque el Gobierno federal suizo afirma buscar la paridad, la participación de las mujeres en puestos políticos es del 28,9 %.
La huelga también reivindica el respeto a la mujer, en un país donde, según Amnistía Internacional, una fallece a manos de su pareja o expareja cada dos semanas, y una de cada cinco dice haber sufrido comentarios sexistas, acoso y otros tipos de violencia machista.
Otras injusticias que quiere recordar el paro de hoy son hechos como que una de cada siete mujeres en Suiza pierde su trabajo tras regresar de permiso de maternidad o que el código penal únicamente reconoce como violación aquella violencia sexual en la que hay penetración, dejando de lado otros tipos de agresiones.
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