La próxima vez que estés en el borde de un acantilado o en la cima de una cascada con las ganas de tomarte una selfie, ten cuidado: podría ser lo última que hagas.
Más de 250 personas en todo el mundo han muerto mientras se tomaban selfies en los últimos seis años, según un nuevo estudio de investigadores asociados con el Instituto de Ciencias Médicas de la India, un grupo de colegios médicos públicos con sede en Nueva Delhi. Los hallazgos, que analizaron hechos noticiosos de las 259 muertes relacionadas con selfies desde octubre de 2011 hasta noviembre de 2017, se publicaron en la edición de julio y agosto del Journal of Family Medicine and Primary Care.
De las 259 muertes, los investigadores encontraron que la causa principal era el ahogamiento, seguida de incidentes relacionados con el transporte (por ejemplo tomarse una selfie frente a un tren que se aproxima y caer desde las alturas). Otras causas de muerte que tenía que ver con las selfies incluyen animales, armas de fuego y electrocución.
“Las muertes por selfie se han convertido en un importante problema de salud pública” dijo a The Washington Post el autor principal del estudio, Agam Bansal.
Aunque el estudio encontró que India tiene el mayor número de muertes de todos los países, numerosos informes de incidentes de selfies fatales también provienen de Rusia, Estados Unidos y Pakistán. Bansal señaló que si bien el simple hecho de tomarse una selfie no es mortal, el peligro surge cuando las personas se arriesgan mientras intentan obtener la toma perfecta.
“Si solo estás de pie, simplemente tomándote una foto con una celebridad o algo así, no es perjudicial”, apuntó. “Pero si esa selfie está acompañada de un comportamiento arriesgado, eso es lo que hace que las selfies sean peligrosas”.
“Lo que más me preocupa es que es una causa prevenible de muerte”, comentó Bansal. “Tomar un peaje tan caro porque quieres una selfie perfecta, porque tendrás muchos ‘me gusta’, acciones en Facebook, Twitter u otras redes sociales… no creo que valga la pena comprometer una vida por tal cosa”.
Bansal agregó que también le preocupaba la cantidad de muertes relacionadas con las selfies que involucraban a los jóvenes. Más del 85 por ciento de las víctimas tenían 10 y 30 años de edad.
“Forman el futuro de una nación. Ni siquiera se han dado cuaneta de cuáles son sus objetivos. Ni siquiera están seguros de lo que quieren hacer. Solo son principiantes en sus vidas”, agrega.
Si bien la cantidad de muertes reportadas en el estudio puede parecer alta, Bansal subrayó que podría haber muchos más casos que simplemente no se han documentado debido a problemas con los informes.
Solo en 2018, ya ha habido varias muertes relacionadas con las selfies. En mayo, un hombre en la India intentó tomarse una de estas fotos con un oso herido y el individuo acabó mutilado, de acuerdo a un artículo de The Independent.
El mes pasado, dos personas murieron en Estados Unidos en casos separados que también involucraban selfies.
El 5 de septiembre, una excursionista de Jerusalén de 18 años murió luego de caer a más de 240 metros de un acantilado en el Parque Nacional Yosemite, según ABC News. El diario Times of Israel informó que su madre había confirmado que estuvo tratando de tomarse una selfie al borde de Nevada Fall, una popular cascada del parque, cuando se cayó.
Aproximadamente dos semanas después, una mujer de California de 32 años tuvo un destino similar mientras caminaba en Pictured Rocks National Lakeshore (Michigan) cuando resbaló y cayó fatalmente después de detenerse en el borde de un acantilado de 60 metros para tomarse algunas selfies.
Mohit Jain, un cirujano ortopédico que no participó en el estudio pero que ha investigado sobre muertes de selfies, describrió el trabajo de Banal y sus colegas Chandan Garg y Abhijit Pakhare como “realmente necesario” para “informar a las personas que pueden morir mientras se toman una selfie”. Jain publicó su propio estudio el año pasado sobre la mortalidad relacionada con selfies en el International Journal of Injury Control and Safety Promotion. “A veces los ojos no ven si tu mente no sabe”.
La investigación de Jain encontró que, desde 2014 hasta mediados de 2016, 75 personas murieron al intentar tomarse selfies.
“Es como un desastre hecho por el hombre. No es un desastre natural”, advirtió a The Washington Post.
Una posible forma de evitar las muertes por selfie sería “no tener zonas para ello”, remarca Bansal, “prohibiéndolos en ciertas áreas como zonas de agua, picos de montaña y en la parte superior de edificios altos”.
Los esfuerzos para disuadir a las personas de tomarse selfies peligrosos ya se han intentado en varios países, incluidos India, Rusia e Indonesia.
Hace tres años, Rusia lanzó una campaña “Safe Selfie” (Selfie seguro), que incluía el eslogan: “Incluso un millón de likes en las redes sociales no valen su vida y su bienestar”. También de distribuyó un gráfico informativo con íconos de “ideas de malas selfies”, destacando figuras que posan en los postes de energía mientras sostienen los teléfonos.
En 2016, Mumbai declaró 16 “zonas prohibidas para selfies” en toda la ciudad tras una serie de muertes relacionadas con este tipo de fotos, según informó The Guardian. A principios de este año, un parque nacional en Indonesia anunció que trabajaría para crear un lugar seguro para las fotos después de que un excursionista muriera tras tomarse una selfie, según el Jakarta Post.
“Es fácil simplemente descuidar todo este tipo de comportamiento arriesgado porque, a veces, pensamos que no es posible. Pensamos: ‘solo voy a tomar esta fotografía cinco segundos y están bien correr ese riesgo'”, agregó Jain. “Pero cuando la gente realmente lea en el periódico que unas 150 o 200 personas se están muriendo en el último par de años, entonces sí que se darán cuenta: ‘De acuerdo, no debería tomar tanto riesgo solo por tomarme una foto'”.
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