La deuda de los países desarrollados vuelve a estar en máximos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy de nuevos riesgos en el sistema financiero mundial ante las demandas para desregular el sector, cuando se cumple una década del inicio de la crisis desatada por el colapso del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers. Además, las nuevas tecnología no sólo plantean beneficios, también pueden suponer nuevos riesgos para el sistema financiero mundial.
“A medida que se desvanecen los recuerdos de la crisis, participantes en el mercado financiero y responsables políticos están cada vez más cansados de las exigencias de las nuevas regulaciones, y algunos incluso están pidiendo una reversión”, señalaron los expertos del FMI en uno de sus capítulos analíticos de la economía global.
El Fondo alertó de que la agenda de reforma que tenía como objetivo evitar otra crisis financiera “aún no se ha implementado en su totalidad”, y aseguró que surgen “nuevos riesgos” para la estabilidad financiera mundial, como los ataques cibernéticos.
La organización multilateral con sede en Washington divulgó hoy tres informes analíticos antes del inicio de la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial (BM), que tendrá lugar en Bali (Indonesia) del 8 al 14 de octubre.
“El objetivo de estos capítulos ha sido ver cómo los países fueron afectados. Queremos tomar nota de los errores para tratar de evitar volver a caer en ellos”, apuntó hoy el director adjunto del Departamento de Investigación del FMI, Gian Maria Milesi-Ferretti, en una conferencia de prensa con periodistas.
Récord de deuda global
El FMI avisó este lunes de que la deuda global -la pública y la privada- ha alcanzado un nuevo récord, situándose en los 182 billones de dólares.
En un discurso, la directora del FMI, Christine Lagarde, explicó hace dos días que después de una década de condiciones financieras “relativamente fáciles”, los niveles de la deuda han alcanzado nuevos máximos en economías avanzadas, emergentes y en países con ingresos bajos.
Con estos niveles de deuda global muy por encima del momento de la crisis financiera en 2008, el FMI consideró que existe el riesgo de que las partes no reguladas del sistema financiero puedan desencadenar problemas.
Además, subrayó la existencia de nuevas amenazas, incluyendo los ataques cibernéticos a las compañías financieras y la aparición del sector tecnofinanciero.
“Los reguladores deben esforzarse en alentar la innovación beneficiosa a la vez que protegen de los riesgos que podrían amplificar los choques al sistema financiero. Una vez más, la cooperación internacional será vital”, indicaron los economistas.
El FMI moderará sus previsiones del crecimiento global, que están al 3.9% para 2018 y 2019, por el contexto de políticas proteccionistas aplicadas por Estados Unidos, avanzó Lagarde antes del encuentro en Bali, donde gran parte de los ministros de Finanzas y los banqueros centrales del mundo evaluarán la salud de la economía global.
el economista