Ministerio libanés de Información
El líder norcoreano se notó molesto por el retraso en la construcción de una central eléctrica.
El dirigente norcoreano Kim Jong-un criticó duramente a responsables del régimen, durante visitas de inspección, por la ineficacia de algunas instalaciones, lo que los analistas interpretan como la intención de Piongyang de centrarse en el desarrollo económico.
Las “visitas de orientación en el terreno” son el pan nuestro de cada día de la prensa oficial norcoreana, que publica imágenes del líder acompañado de autoridades muy atentas y con libreta en mano.
El diario ‘Rodong Sinmun’ duplicó el número de páginas y dedicó nueve de las 12 a una gira realizada la semana pasada por Kim en la provincia de Hamgyong del Norte, en el noreste del país.
En la central eléctrica de Orangchon, en construcción, Kim dijo haber quedado “sin voz de lo horrorizado que estaba”, según la agencia oficial KCNA. Solo se ha terminado el 70 por ciento de las instalaciones.
“Reprendió a importantes miembros del gobierno por haber delegado el proyecto en la provincia y no ocuparse de él” y ordenó que esté terminado en octubre de 2019, añadió.
El líder norcoreano también protestó por la suciedad de las bañeras de las termas del campamento de vacaciones Onpho, frecuentado antaño por su padre y por su abuelo,
Kim Jong Il y Kim Il Sung.
Dijo que eran “peores que acuarios”. Sus críticas durante este tipo de desplazamientos son frecuentes, pero esta vez llama la atención su dureza. El comité del partido único en la provincia de Hamgyong del Norte fue uno de los principales blancos de las críticas.
La KCNA le acusa “de no aceptar con sinceridad” la política oficial consistente en construir una nueva fábrica de bolsos en cada provincia. La fábrica actual tiene “cuartos destartalados” y esto le provocó a Kim “una gran angustia”.
“El líder supremo recalcó que el comité provincial del partido trabaja sin convicción”, añade la KNCA, antes de asestar el golpe de gracia: “El comité no tiene espíritu revolucionario”.
Para el profesor Yang Moo-jin, de la Universidad de estudios norcoreanos, el dirigente de Corea del Norte intenta transmitir el mensaje en su país y al extranjero de que se centra en la economía, después de la cumbre con el presidente estadounidense, Donald Trump, en Singapur.
En esa cumbre Kim prometió actuar para una desnuclearización de la península, sin entrar en detalles ni decir expresamente que vaya a renunciar al arsenal atómico.
“Para la gente da una imagen de dirigente que se preocupa por sus condiciones de vida”, declaró a la AFP el profesor Yang. “Y para el resto del mundo transmite el mensaje de que es serio sobre su promesa de desnuclearización”.
AFP
EL Tiempo
