El Gobierno británico tiene desde este miércoles una secretaría de Estado para la soledad. Una manera de reconocer que lo que se consideraba un problema personal se ha convertido en una epidemia social. De acuerdo con la Cruz Roja, nueve millones de personas viven aisladas en el Reino Unido y en ocasiones ni siquiera tienen a alguien con quien hablar.
Jo Cox, la diputada laborista asesinada por un simpatizante neonazi en el 2016, fue quien impulsó la lucha contra un mal que afecta a todas las edades y muy especialmente a la gente mayor. Se estima que la mitad de los ciudadanos británicos con más de 75 años viven solos y muchos de ellos pasan semanas, e incluso meses, sin participar en actividad social alguna.
Aislamiento agravado por recortes
Cox creó en el Parlamento la comisión de la Soledad, integrada por diputados de todos los partidos. El grupo siguió con los trabajos tras su muerte. Como resultado, el año pasado publicó un estudio en el que participaron 13 organizaciones sociales que conocen el problema del aislamiento social a fondo.
La primera ministra, Theresa May, ha seguido ahora sus recomendaciones, a modo de legado y homenaje a la diputada desaparecida. “Jo Cox reconoció la escala de soledad que hay en el país e hizo todo lo que pudo para ayudar a los afectados”, ha señalado May en un comunicado. La nueva secretaría la asumirá la actual ministra para el Deporte y la Sociedad Civil, Tracey Crouch. Con varios millones de presupuesto, su misión será crear una estrategia que contribuya a paliar de manera permanente el aislamiento de los ciudadanos.
El nuevo cargo ha sido bien recibido, pero hay quienes creen que el aislamiento se ha agravado por los años y años de recortes presupuestarios de los conservadores. Las reducciones han llevado a las autoridades locales al cierre de bibliotecas, centros de día, clubs sociales y actividades especiales para adultos.
Combinado letal
La realidad es que la soledad es un mal silencioso que mata el espíritu y en ocasiones el propio cuerpo. El pasado mes de diciembre la profesora Jane Cummings, jefa de enfermería de la sanidad pública británica (NHS), advirtió que el frío y la soledad pueden ser letales en los meses de invierno.
“La soledad tiene un impacto devastador que amenaza la vida de gente de todas las edades”, afirma Cummings. “En grupos vulnerables, el aislamiento social, combinado con los problemas de salud en época de bajas temperaturas, puede ser una combinación letal”, añade. Algunas investigaciones han mostrado que soledad y aislamiento están vinculados a un tercio de muertes prematuras. Según Cummings, gestos simples y sencillos como hacer compañía a amigos, vecinos o familiares puede significar una gran diferencia en sus vidas.