Esa extraña sensación de que solo el fallecimiento de una persona es capaz de forzar una tregua en la refriega partidista ha vuelto a recorrer la política de arriba abajo. La súbita muerte de Carme Chacón, aquejada de una cardiopatía congénita, rompió el domingo el corazón de dirigentes y exdirigentes de todos los colores políticos, que se han unido este lunes al dolor del socialismo catalán y español por la inesperada pérdida de la primera ministra de Defensa de la historia de España.
Al margen han quedado para siempre las discrepancias y tiranteces políticas que Chacón tuvo con muchos de quienes este lunes la han despedido en las sedes de los que fueron sus dos partidos: el PSC, al que llevó a su mejor y a su peor resultado electoral en unas generales, y el PSOE, a cuyo anhelo de liderar solo le separaron 22 votos. Juntos preparan ahora un acto de homenaje para el próximo 19 de abril en Barcelona. La conmoción por el prematuro deceso ha obligado, además, a un alto el fuego en un cuarteado PSOE entre los tres candidatos a las primarias.
Tres elogios se repitieron durante la luctuosa jornada: el “ejemplo” de tenacidad y férreas convicciones de la exdirigente socialista; su compromiso con la modernización de las Fuerzas Armadas; y su contribución como mujer a la ruptura de muchos ‘techos de cristal’. Así, la actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha vindicado la “valentía” de Chacón y le ha manifestado sus respetos “como española, como mujer y como ministra de Defensa”.
Numerosos militantes del PSOE y políticos de diversos partidos se han congregado en la calle de Ferraz de Madrid para dar su último adiós a Chacón, cuyos restos mortales han permanecido durante siete horas en la sede socialista, donde quedó instalada la capilla ardiente. El coche fúnebre ha sido recibido con aplausos por los simpatizantes, algunos con una rosa roja en las manos, que han guardado cola a la puerta para rendir homenaje a la socialista catalana. Chacón será incinerada este martes en Madrid y sus cenizas viajarán después hasta su localidad natal, Esplugues de Llobregat.
Una gran fotografía de Chacón sonriente presidió el vestíbulo de la sede del PSOE, al lado de un gran ramo de rosas, también rojas, y una mesa con dos libros de condolencias en el que dejaron sus recuerdos, por ejemplo, una nutrida representación de exministros que compartieron gobierno con ella bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente, visiblemente emocionado, la ha descrito como “una gran amiga, una leal compañera y una ejemplar servidora pública”.
Además de Cospedal, por parte del Gobierno ha acudido también la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, quien entre lágrimas ha ensalzado la capacidad de Chacón para ganarse “el respeto de todos”. El presidente Mariano Rajoy ha enviado una corona de flores a la capilla ardiente y los Reyes han remitido un telegrama al presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, para transmitirle su pésame y loar el “compromiso y servicio a España” de la exministra.
Paralelamente, en Barcelona, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, inauguraba un libro de condolencias en memoria de Chacón en el que se repitió la procesión de dirigentes, militantes y simpatizantes para dedicarle unas palabras de despedida. En la sede del partido puede verse una foto de Chacón durante una campaña con el lema ‘El futuro es esfuerzo y justicia social’, además de una corona de rosas rojas con la inscripción del nombre del partido y dos banderas con el crespón
También se han reproducido en Catalunya los mensajes de condolencia de instituciones y partidos, orillando las profundas discrepancias que Chacón mantuvo incluso con el propio PSC a cuenta del proceso independentista. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha recalcado el hecho de que la exdirigente socialista fue una de las figuras catalanas que alcanzó mayores cotas de responsabilidad. Idea que calcaron en sus valoraciones la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y fuerzas políticas como el PDECat y ERC.
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