Al menos seis personas han muerto y ocho han resultado heridas en el ataque perpetrado en la noche del domingo contra una mezquita de la ciudad de Quebec. La policía ha confirmado que ha detenido a dos asaltantes pero no ha querido dar más detalles de la investigación. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha condenado este “atentado terrorista contra musulmanes en un centro de culto y refugio”.
Según varios testigos, los terroristas han entrado en el Centro Cultural Islámico, situado en el barrio de Ste-Foy de Quebec, en el que en ese momento había unas 40 personas que participaban en la último rezo del día, y han empezado a disparar antes de salir huyendo. La policía ha acudido rápidamente y los ha podido arrestar. Algunos testigos hablaban inicialmente de tres asaltantes, pero la policía afirma que solo eran dos.
“Hay confirmados seis muertos, de edades comprendidos entre los 35 y los 70 años”, ha explicado de madrugada la portavoz de la policía de Quebec, Christine Coulombe, que ha añadido que otras ocho personas resultaron heridas y 39 salieron ilesas.
El atentado se produce en plena controversia mundial por el veto de Donald Trump a la entrada de refugiados y de musulmanes de 7 países a Estados Unidos y un día después de que Trudeau terciara en la polémica afirmando en Twitter que en Canadá los inmigrantes son bienvenidos.
El primer ministro ha emitido un comunicado en el que, tras condenar el atentado terrorista y mostrar su pésame a las familias de las víctimas, se ha reafirmado en sus posiciones. “Mientras las autoridades investigan, es descorazonador ver esta violencia sin sentido. La diversidad es nuestra forzaleza y la tolerancia religiosa es un valor que como canadienses valoramos profundamente”, ha subrayado Trudeau. “Los canadienses musulmanes son parte importante de nuestro país y estos actos sin sentido no tienen cabida en nuestro país”, ha añadido.
En la misma línea, el primer ministro de Quebec, Philippe Couillard, ha enviado un mensaje a la comunidad musulmana: “Estamos con vosotros. Estáis en casa”, ha dicho antes de anunciar que incrementará la seguridad en las mezquitas de Quebec y Montreal.
Los mensajes de Trudeau y Couillard no han evitado el sentimiento de miedo entre la comunidad musulmana. “No estamos seguros aquí”, decía Mohammed Oudghiri, habitual de la mezquita atacada, aunque el domingo no estaba en el templo cuando ocurrió el ataque. Oudghiri vive en Quebec desde hace 42 años pero ahora asegura estar “muy preocupado” y se está planteando regresar a Marruecos, su país natal.
“Es triste ver que un atentado terrorista ocurre en la pacífica ciudad de Quebec”, afirma Mohamed Yacoub, dirigente de un centro islámico de Montreal. “Espero que sea un incidente aislado”, añade.
El periodico