Netanyahu aprueba la construcción de 2.500 viviendas más en colonias judías de Cisjordania

El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, no ha tardado en aprovechar la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca para impulsar a un ritmo acelerado el avance de los asentamientos en territorio palestino. Netanyahu, y su ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, han aprobado hoy la construcción de 2.500 viviendas más en colonias judías en Cisjordania, tierra palestina ocupada por Israel desde 1967.
Según un comunicado de Defensa, la mayoría de casas se situarán en los llamados bloques de colonias, pero el mapa que muestra donde se situarán las viviendas indica claramente que habrá construcción en colonias no agrupadas en bloques.
La edificación de las nuevas viviendas se iniciará pronto en los asentamientos de Ariel (900 unidades), Maale Adumim (90), Efrat (21), Elkana (18), Inmanuel (166), Migrón (86), Beit El (100), Oranit (150) y Givat Zeev (100), según informó el diario Israelí “Haaretz”.
“Estamos construyendo y seguiremos construyendo”, ha afirmado Netanyahu. “Estamos devolviendo a la vida normal en Judea y Samaria (nombres bíblicos para Cisjordania)”, ha señalado Lieberman.
La colonia de Beit El, situada cerca de Ramala, recibió una donación de Trump de 10.000 dólares (unos 9.300 euros), según publicó el diario israelí “Haaretz”. Los padres del yerno de Trump, Jared Kushner -que se encargará de mediar en potenciales negociaciones entre israelís y palestinos- han dado miles de dólares a instituciones de Beit El. Y el nuevo embajador designado de EEUU en Israel, David Friedman, encabeza una organización que recauda fondos y consigue unos cuantos millones de dólares al año para ese asentamiento.
El primer ministro israelí informó ayer a los miembros del gabinete de seguridad de que había decidido levantar todas las restricciones a la construcción de colonias en Jerusalén Este, zona de la ciudad que corresponde a los palestinos, según el derecho internacional, pero que está ocupada por Israel desde 1967. Netanyahu también anunció a sus ministros que tenía intención de ampliar la edificación de asentamientos en Cisjordania.
Las pocas restricciones que se mantenían en la edificación en la parte oriental de Jerusalén se debían a la presión diplomática extranjera. La construcción en asentamientos provocaba tensión entre Israel y la Administración de Barack Obama.
El Comité de Construcción y Planificación Local del Ayuntamiento de Jerusalén aprobó el domingo pasado, menos de 48 después de toma de posesión de Trump, la edificación de 566 viviendas en Ramat Shlomo, una colonia judía en Jerusalén Este.
La luz verde a la construcción de las casas -emitida menos de 48 horas después de la toma de posesión de Trump como presidente de EEUU- se planeó en 2014, pero se congeló por el malestar de la Administración Obama.
El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, difundió un vídeo el jueves pasado en el que incluía una reprimenda a la Administración Obama y llamaba a los israelíes a apoyar a Trump. “Demos la bienvenida (al presidente Trump) como nuestro amigo enviando un mensaje claro al mundo: ¡Jerusalén es la capital indivisible de Israel!”, subrayó Barkat.
Israel considera Jerusalén su capital, pero la comunidad internacional no la reconoce como tal porque la parte este de la ciudad está ocupada. Por este motivo, las embajadas se encuentran en Tel Aviv. Trump dijo en reiteradas ocasiones que cuando llegara a la presidencia trasladaría la Embajada de EEUU de Tel-Aviv a Jerusalén.
Los líderes palestinos han denunciado la nueva ampliación de colonias, que han calificado de “crimen de guerra”. Hanan Ashrawi, del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha indicado en un comunicado que “una vez más, el Gobierno israelí ha demostrado que está más comprometido con el robo de tierras y el colonialismo que con la solución de dos Estados y los requisitos para la paz y la estabilidad”.
La veterana política palestina llamó a EEUU y el resto de la comunidad internacional a “tomar medidas serias y concretas para el cese total de las actividades en los asentamientos y para pedir cuentas a Israel por estos planes desastrosos con medidas punitivas y sanciones”.
El periodico